miércoles, 7 de marzo de 2012

LA LIBERTAD.

El ahogado, resucitado;
otra vez, de nuevo, la alondra con su canto.
Despierta, amor dormido, aletargado;
y, como un reptil en la cueva de las ilusiones,
capté las tormentas de los campos.

Tierra ¡despierta!, como rayo  iluminado.
Es el paisaje irisado del miedo la
oscuridad caída de la galaxia y de océanos.

Entrégame la espada gloriosa, resucita en mí la inocencia;
perdimos en la batalla los sentimientos profundamente bajos.
Soles de piedra, cuchara de mármol,
como un terrible desierto sin agua...

Canto dormido de pájaro, sol ,océano:
¿Quién eres tú?
en ese azul paisaje, de lirio callado...
¡Oh, alondra! ¡Pájaro encantado!

De nuevo siento tu abrazo;
aquellas ilusiones sentidas, en la cueva,
con sus candados.
Espada libertadora, con matasello estampado
¡Oh, la libertad! y
los sentimientos se cayeron en un charco.

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