Me dices que guapo eres, y te contesto soy la belleza
sofisticada del caos, tengo un remolino de años, un vendaval de días, un
huracán de horas, y una continuidad de minutos sorprendente sin reloj, pero a
tú lado.
Te miro y veo un jovenzazo bello, lleno de vida y calor que
irradia amor, por todos tus poros, sin ventanas ni puertas, abierto en canal
dando sin remedio placer.
Manos juntas imposibles separar, miradas clavadas en las
pupilas, pasando por nuestro cerebro jardín, lleno de eucaliptos arco iris,
arte natural que da al paisaje colorido en el horizonte, lleno de felicidad.
Yo no soy ahora ese que tú mencionas, quizás, cuando la maquina del tiempo se puso en marcha lo
era, mi velero dirigido sin rumbo, lo orientaste con tu brújula, hacia el camino
recto del gozo y vivir.
Mezclados juntos, sin ataduras ni frenos, con un solo deseo,
amar.