Soy
extremeño y quiero Extremadura, tanto como a mi madre, es mi hija y mi padre, y
también mi pareja reciente. Extremadura es la que amo, por sus montes y valles
por el aire que respiro y verdes olivares. Extremadura es mi luz en su camino me
lleva a los horizontes luminosos de mi felicidad, soy extremeño y la quiero
porque en estas tierras se sufre se sufrió y seguimos buscando, para no sufrir
más dentro de ella.
Extremadura te quiero por ser marrón y verde, un
intermedio, dentro de un primario y sus gamas variantes dentro de un orden.
Verde
olivo, verde plateado, verde claro, y un marrón oscuro llorando.
Verde
limón, verde carruaje, verde oscuro, y un marrón
claro hablando.
Extremadura
la de las torres y sus campanarios, los vuelos de cigüeñas en los campos y el
cielo azul celeste, cuando miras hacia arriba y ves todo más claro.
Te quiero,
por tus campesino arando la tierra,
árida y fuerte, que con sus manos, cogen y siembran el fruto del trabajo, en el
campo.
La de los
extremeños de conquistas, descubriendo
pueblos y mares.
Extremadura
de ventanas y puertas abiertas, aquella de golondrinas en los biseles, entrante
y salientes de las torres
Amo, mi tierra la del terruño tierno y las veredas
secas, donde las jaras hablan con los brezos y la retama.
Quiero Extremadura la que llora a sus emigrantes y
suspira por el dolor de sus gentes sin nombre.
Aquella de la brava casta, de los ancestros y
valientes
Las claras y oscuras mañanas
De días sin
fin, sufridas las hambronas pasadas.
La Extremadura de la meseta
los valles, las montañas y colinas
Amo, mi
tierra porque es dura y extrema, como el rayo y el trueno, añorando las lluvias
de los veranos eternos.
La que
tiene más costa de agua dulce, con sus pantanos y ríos, que la costa brava de
agua salada.
Sus bosques
mediterráneo salvajes y su fauna, las puestas de sol y las mañana con su alborada. Extremadura
llena de luz y color.
La que
vuela de imaginación y sabiduría de siempre, buenas gentes de saber esperar,
llenas de ganas de llegar a lo más alto, no solo de palabras, si no de trabajo,
ocio, pausas, de un descansar inquieto que nos hierve la sangre, buscando
horizontes sin fronteras.
Quiero a
los extremeños y extremeñas, buscando un sitio, donde no se
quemen, buscando una solución para su querida tierra.
La que
dejaron muchos y otros quedándose la sufrieron,
Aquellos
que la dejaron, pagaron un alto precio, la ausencia de los olores y los
paisajes extremeños.
Su casa, su
pueblo, su familia… todo lo que huele a extremeño.
Amo esa
Extremadura creativa la que inventa siempre, con olor a hierba y color de
bronce, sus escritores los que inventaron las palabras sabor a libertades,
reivindicando siempre el sudor del hombre, Pacheco, Lencero, Valhondo.
Hombre.
Hierro,
lanza, y pluma, los componentes de una mezcla de
lucha, amor
y tragedias.
La Extremadura
de grandes pensadores que lucharon con las palabras e iniciaron un camino de solidaridad y tolerancia.
Pienso en
una Extremadura donde salga el Sol, para todos y las diferencias de ideas,
nunca jamás se enfrenten. Amo un camino donde las piedras, el guijarro, la
china, la tierra, y el polvo, se fundan para allanarlo y caminar juntos
siempre.
!VIVA EXTREMADURA Y LOS EXTREMEÑOS SIEMPRE¡