viernes, 20 de abril de 2012

EXTREMADURA.





Soy extremeño y quiero Extremadura, tanto como a mi madre, es mi hija y mi padre, y también mi pareja reciente. Extremadura es la que amo, por sus montes y valles por el aire que respiro y verdes olivares. Extremadura es mi luz en su camino me lleva a los horizontes luminosos de mi felicidad, soy extremeño y la quiero porque en estas tierras se sufre se sufrió y seguimos buscando, para no sufrir más dentro de ella.

Extremadura  te quiero por ser marrón y verde, un intermedio, dentro de un primario y sus gamas variantes dentro de un orden.
Verde olivo, verde plateado, verde claro, y un marrón oscuro llorando.
Verde limón, verde carruaje, verde oscuro, y un marrón
claro  hablando.

Extremadura la de las torres y sus campanarios, los vuelos de cigüeñas en los campos y el cielo azul celeste, cuando miras hacia arriba y ves todo más claro.
Te quiero, por  tus campesino arando la tierra, árida y fuerte, que con sus manos, cogen y siembran el fruto del trabajo, en el campo.
La de los extremeños  de conquistas, descubriendo pueblos y mares.

Extremadura de ventanas y puertas abiertas, aquella de golondrinas en los biseles, entrante y salientes de las torres 

Amo,  mi tierra la del terruño tierno y las veredas secas, donde las jaras hablan con los brezos y la retama.

Quiero  Extremadura la que llora a sus emigrantes y suspira por el dolor de sus gentes sin nombre.

Aquella  de la brava casta, de los ancestros y valientes
Las  claras y oscuras mañanas
De días sin fin, sufridas  las hambronas pasadas.

La  Extremadura  de la meseta  los valles,  las montañas y  colinas

Amo, mi tierra porque es dura y extrema, como el rayo y el trueno, añorando las lluvias de los veranos eternos.
La que tiene más costa de agua dulce, con sus pantanos y ríos, que la costa brava de agua salada.

Sus bosques mediterráneo salvajes y su fauna, las puestas de sol  y las mañana con su alborada. Extremadura llena de luz y color.


La que vuela de imaginación y sabiduría de siempre, buenas gentes de saber esperar, llenas de ganas de llegar a lo más alto, no solo de palabras, si no de trabajo, ocio, pausas, de un descansar inquieto que nos hierve la sangre, buscando horizontes sin fronteras.

Quiero a los extremeños  y  extremeñas, buscando un sitio, donde no se quemen, buscando una solución para su querida tierra.

La que dejaron muchos y otros quedándose la sufrieron,
Aquellos que la dejaron, pagaron un alto precio, la ausencia de los olores y los paisajes extremeños.

Su casa, su pueblo, su familia… todo lo que huele a extremeño.

Amo esa Extremadura creativa la que inventa siempre, con olor a hierba y color de bronce, sus escritores los que inventaron las palabras sabor a libertades, reivindicando siempre el sudor del hombre, Pacheco, Lencero, Valhondo.
Hombre.
Hierro, lanza, y pluma, los componentes de una mezcla de
lucha, amor y tragedias.
La Extremadura  de grandes pensadores que lucharon con las palabras e iniciaron  un camino de solidaridad y tolerancia.


Pienso en una Extremadura donde salga el Sol, para todos y las diferencias de ideas, nunca jamás se enfrenten. Amo un camino donde las piedras, el guijarro, la china, la tierra, y el polvo, se fundan para allanarlo y caminar juntos siempre.

 !VIVA EXTREMADURA Y LOS EXTREMEÑOS SIEMPRE¡

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