domingo, 29 de enero de 2012

PRESENTACIÓN ATENEO.



PRESENTACIÓN DE PIEDEHIERRO EN EL ATENEO


        Como el prólogo de la HORIZONTALIDAD SENTIDA tiene demasiadas anotaciones

para leer en alto, habría que repasar varias veces y, aún así, nos iban a bailar muchos

datos..., es por eso, que me ha parecido más oportuno destacar su calidad humana a la

que vez artística, luego, el que lo desee, tendría detalladas referencias en el cuadernillo

que el autor va a presentar esta noche, o bien, podríamos verlo, visitando sus páginas en

Internet. 


Comienzo diciendo de Piedehierro, que lo conocí en la cafetería Gran Café

Victoria, situada en el casco antiguo(concretamente, cuando vine para instalarme a

Badajoz) y la sensación que me dio fue que tenía delante al artífice nato y puro,

anegado o agobiado con su creación.


          Cuatro años mas tarde y después de haber estado varias veces en casa de

Piedehierro, sigo pensando lo mismo de él, con el agravante de que hemos de ayudarlo

a salir a flote, conducirlo a puerto, para que su obra no se pierda o él se agote en un mar

de continuas creaciones; con el fin, de que una vez , Rafael, se haya recobrado y hecho

fuerte,  consciente de sus capacidades innatas,  venga y nos haga una hermosa

demostración de su navegar artístico.    

        
        No me voy detener en sus creaciones (puesto que se encarga Chari Llanos de ello;

hago alusiones en el prólogo de LA HORIZONTALIDAD SENTIDA con sus críticas

halagüeñas, y el propio Piedehierro presentará su obra con una lectura breve de sus

versos); lo que deseo, en este caso, es hablar de la laboriosa concienciación social que

realiza el artista con muchas de sus obras; subrayar la sensibilidad latente de casi todos

sus trabajos; de cómo se repiten y reflejan sus obsesiones, y del impacto individual que

el autor nos quiere causar con cada una de ellas.

Se percibe en Piedehierro la habilidad innata de plasmar las fuertes emociones

como: el miedo, la incertidumbre..., y el horror en sus espectaculares creaciones. Mas,

por terrible que nos parezcan algunas de sus obras, cada vez que las contemplas, te van

enamorando paulatinamente. Por tanto, aquí tengo que hacer hincapié al hombre

poseedor de un gran espíritu de sufrimiento; estamos, pues, ante un luchador

inconformista, donde no hay dobleces ni hipocresía: El idealista auténtico que reniega

de la injusticia, de la intolerancia... perfila su carácter la aguda inteligencia e inquietud

que posee, continuamente indagando y experimentándolo con arte. Y, lo

verdaderamente grandioso, es que todas estas cualidades -Rafael- las muestra en sus

prolíficas creaciones:  con  el estilo  peculiar que caracteriza a una manera de ser, de

hacer y de entender la vida.


Entonces,  llegado a este punto,  es cuando en mí ha surgido un profundo

interrogante:  Piedehierro  ¿es mejor como ser humano o como el hacedor o artista?.

Ante esta disyuntiva me detengo..., para llegar a la conclusión, de que dicho

interrogante pertenece a la misma persona, y, por lo tanto, hablar de Piedehierro es

hablar del artista puro y nato que hay en él, y cuando nos referirnos a su arte, pues, es

para hablar de todo lo que lleva Piedehierro dentro y de lo que paulatinamente se nos va

mostrando.    


        Por lo tanto, con este razonamiento, pongo en claro que es un hombre:

inconfundible e incontenible, sin prejuicios ni ataduras, renovador auténtico, buscador

y salvador de libertades, consciente de su futuro y del futuro que nos aguarda a toda la

humanidad, e intuye siempre el cómo o la manera de comunicarlo: con la forma

tridimensional que le caracteriza, y que sabe cómo hacérnoslo llegar: en casi todas las

artes.


            Y es que, al final, (aquí sí:  recojo una parte del prologo de la HORIZONTALIDAD

SENTIDA), Piedehierro siempre nos atrapa, nos transporta y nos eleva en su sueño

melancólico, un lugar inaccesible donde nos habla de sus miedos y vivos desconsuelo;

de sus mágicas soledades... talladas y pinceladas con maravillosas tonalidades

inquietas, y con cada una de sus frases te va envolviendo en un vértigo de agua, un

hechizo cadencioso en el que todo acto creativo se ilumina e inmortaliza.

   


M.ª José Fernández Sánchez









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